
Se viste Dios
Se engalana con sonrisa de niño
con abrazo de madre
con canciones de abuelo;
con lágrima de gozo, de tristeza
Dios paisano y extranjero
Se cubre Dios de la diversidad
de lo grande y lo pequeño
en tintes, formas y sabores.
Le viene bien cualquier talla
cualquier tonalidad de piel
de la que se quiera vestir.
Cada mirada, cada lenguaje
todo lo audible, lo observable
y lo aparentemente ausente
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