
Llueve
Precipitada
sobre mí
se evapora en la piel
cada fresca gota
que en contacto al caer,
desvanecida
a quien la dio
ha de volver
Llueve mi cielo
para hablarme al oído
y empaparme de sí;
para ahogar el suspiro
y regar mi existir
redime
alimenta
y lava
y sustenta
mi fe, mi esperanza
y la firme certeza
de que en cada gota
me mira, me piensa...
|
|
 |
|