PARA BIEN Y PARA MAL
De nuevo soñé
a aquella familia
con la que no estoy.
-Me pregunto
si me pensarán-
En mi andar les evoco
con cada paso
que salta o se arrastra.
Están en mi rostro,
en mis palabras.
-Qué terquedad-
Cuántas veces
les veo en el espejo,
todos, todas a la vez.
Cada personalidad
deambula conmigo.
En una entonación,
un gesto adquirido,
el color de la piel y
un par de manías,
allí les llevo.
Para bien y para mal
habitan la memoria,
la mismísima entraña;
les siento en el mover
más profundo de la vida
Aquí donde nadie
decide por mí
-ni siquiera yo-
moderan el pulso
la respiración,
mis nubes, mi lluvia
el cauce de la voz
Para bien y para mal
están aunque no están.
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