
Con la alegría de saber que sigo caminando adelante,
a pesar de todo -es la esencia de mi casa rodante-
Pero al ver llegar y alejarse de mi ruta aquello en el suelo enraizado
Me he visto tentada a lazar mi remolque a la sombra de un dulce manzano
Con el luto de mis dos muertos a cuestas,
Las experiencias como abrigo bien puestas
En el vientre, hambre y sed de justicia
Y en los ojos, de mis sueños la primicia
Para volverme mas brava cada vez
que el cansancio me ha robado lucidez.
Procurarme buen filo en la mirada
con la densa oscuridad obligada:
El puño cuando duele esto o aquello;
teniendo esto y por perdido aquello
y aquello estorba, aunque ya no existe
pues la memoria terca siempre insiste.
¿Lágrimas? con ellas riego mi tiesto:
la mata silvestre que yo no he puesto.
Una semilla en la tierra escondida
y más bella que cualquier otra elegida.
Escogió ese sitio, se lo di exclusivo
y como maleza nunca la concibo
desde que como símbolo la entendí
de este andar que me eligió y yo elegí
Quiera el camino mismo revelarme un consuelo que redimiera
la sed que no he saciado en el manzano al que un día alejarse viera
Con la esperanza de saber que sigo caminando adelante,
a pesar de todo -es la esencia de mi casa rodante-
|