Quien sabe no tener, también sabe tener Quien aprende a llorar, sabrá muy bien reír Camina su día quien la noche aprecia La calma distingue tras tormenta recia Protege su vida quien casi la pierde Pero algo curioso también le sucede: Perder lo imperdible, vivir lo improbable Imprime en sus ojos un fuego insaciable La llama que impulsa a determinarse Vivir esos sueños que ha osado privarse Pues la vida es corta y más vale asumirla Que verle perdida por mucho guardarla
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