
Te entrego
Te entrego las noches
en vela pensándote
Las noches dormidas,
y en sueños mirándote
Cada lágrima rodante
y cada suspiro furtivo
Cada palabra ignorada,
cada beso reprimido
Te dedico las memorias
de cada sueño en ti cumplido,
que dentro de mil canciones
entre versos ya he escondido.
Dejo todo esto en la mesa,
tú no tienes que tomarlo;
finalmente a mi existencia
lo que apremia es liberarlo.
Sin embargo en piel, tatuada
mi experiencia he de llevar:
Madurez que a mí me sana
y a ti otorga libertad
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