20 Papa cocida

 
Septiembre 2012
2:00 a.m.

He perdido el sueño, pero no el cansancio.
Me levanto como mi madre, hace 26 a
ños,
a cocer una papa -aunque no por
las mismas razones que ella-. 

Lo mío en el vientre es sólo hambre
y en la cabeza, es que las musas suelen
pre
ñarme de madrugada y,
cuando lo he dejado para el día siguiente,
el resultado es: mente y papel en blanco.

Por eso vigilo la papa en el fogón,
bostezo y busco el papel, el lápiz.
El lápiz, porque de madrugada
ninguna musa sobria se pasea por aquí.
Palabras de una mente beoda
se vacían en el papel y por la ma
ñana
se hace un recuento de da
ños, blasfemias,
confesiones, fantasías y búsqueda de paz,
de autenticidad...



"Rayos! Se secó el agua de la papa en el fogón."




•● Citando en Mayo 2016 ●•
 
»Escribir no es
transformar el ego
en sustancia, sino
diluirlo para que
no envenene.«

-Kenneth Moreno May
Colombia.
 
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