El clavo del asunto
(15 enero 2012)

Tal vez sólo como en otras ocasiones,
me perdí la explicación de algo;
pero tengo algunas reservas con aquello de que
"un clavo saca a otro clavo" en varios sentidos.

Primero. Ontológicamente, me parece una falta de respeto al propósito del clavo
(sobre todo al del "segundo" clavo en cuestión), que no fue hecho con ese fin.
De que se puede, se puede; pero no sería lo mismo que querer destapar
una botella con los dientes?

Segundo. Prácticamente, si en ese sitio ya no es pertinente un clavo
y por eso hay qué sacarlo, ¿para qué poner otro y además
ni bien ha salido el primero?...  ¿Me explico?

Tercero. Metodológicamente, tenía entendido que lo que saca un clavo
es la pezuña del mismo martillo que lo clavó allí.
El martillo fue diseñado para ambos procesos y es él quien debe y puede
llevar a cabo el trabajo del modo más correcto posible.


Cierto es que todo el proceso de rediseño
lleva su tiempo y otros elementos tienen espacio en el ejercicio:
La estructura de la superficie, apta para recibir y soltar clavos (u otros chuches),
tal vez algo de yeso, pintura, sellador, una lija, agua, etc.;
pon tú los elementos que consideres necesarios
dependiendo de la composición de tu superficie.

A veces no hace falta más un clavo allí;
a veces resuta que apenas terminado el proceso de remodelación,
un siguiente clavo aparece en el proyecto y la historia se torna interesante.

No me cree? Haga la prueba;
para muestra basta un clavo.