H o m b r e s
16 noviembre 2010
"Cariño, en lo personal
he aceptado las adversidades como la fragua
donde el fuego, yunque y martillo forjan el hierro.
Sigo en proceso de perfección."
-Andrés Sustaita Torres
Por los valores del Reino,
contrarios a los de "este mundo",
tu sonrisa cariñosa y tu mirada inocente te hacen más hombre
que los estereotipos sociales y de consumo
que nos quieren hacer tragar como reales.
Por el marcado dolor y la inminente distancia
que el machismo inserta en las relaciones,
por la libertad que éste les roba a ustedes mismos,
la ternura y vulnerabilidad
que les tiene tan cerquita del corazón
les hace más hombres que cualquier ilusa
opresiva expresión de poder.
Los hombres de mi vida,
lo son porque estar en sus brazos me protege,
me respalda, me reafirma, me permite ser yo misma.
Y con su amor, esos pequeños detalles me debilitan
por mi propia voluntad,
y sé que allí es donde quiero estar.
Porque cualquiera somete con un golpe,
degrada con palabras, es mordaz,
se hace poderoso con sus logros materiales,
se jacta de su potencia, se dice viril por cosas
que ni siquiera adquirió por sí mismo,
y es macho a costa de otros, de otras...
Cualquiera, cualquiera!
Pero hacen falta pantalones
para sinceramente amar, para hacer comunidad;
hace falta voluntad para ser y dejar ser;
hace falta auténtico poder para construir, para crear, para impulsar...
No cualquiera, no cualquiera!
Porque son realmente adictivos
un beso sincero,
una conversación inteligente,
un ser que no se intimida...
Por uno hombre así, seré una mujer de verdad;
por reafirmarte, amarte, darte tu espacio
y la ovación del orgullo de ser de tí.
Patrañas, que si no deben llorar,
que el mundo debe comer de su mano,
que siempre deben tener la razón, que deben saberlo todo,
que el amor es para débiles...
Impresiona más tu camisa remangada ante una labor de hogar
que dedicar ese esfuerzo y tiempo a probarte frente a otros;
tus brazos acunando una criatura,
más que presumiendo musculatura o poder;
tu capacidad de asombro más que una mentalidad de sabelotodo;
tu ser expresando espiritualidad,
más que mucha pretenciosa intelectualidad;
tu intimidad integral dedicada a una sola persona,
que mucha experiencia o fama de conquistador y más allá.
Me pregunto,
¿dónde se nos desvió el camino?
A que hora, en que momento eso les viene a desvirtuar?
¡Por los hombres de mi vida!
Por el que me vio crecer,
por el que creció conmigo
y por el futuro que no está escrito aún.
Porque hacen disfrutar lo mejor de un hombre de verdad;
respeto, amor, honestidad, ternura, humor,
los hace más hombres cada vez.
Gracias por salirse del molde, por ir contracorriente;
por acortar distancias, darnos espacio;
por respaldar, respetar, celosamente cuidar e impulsar.
Macho, cualquiera; Hombre...
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