Maestra, Maestro
15 de Mayo de 2012
México
 

Ustedes no saben que crecí en los brazos y la voz de
una profesora de ciencias sociales y un profesor de inglés.
Dos profesores de pueblo y de ciudad.

Una madre que cuando iba a la universidad me dijo:
"Desde niña dijiste que serías enfermera; solo recuerda
que la docencia te corre por las venas
y tarde o temprano te encontrará"

y un padre que me dijo en el aeropuerto a Puerto Rico:
"Acepta las adversidades como la fragua donde el fuego,
yunque y martillo forjan el hierro.
Aprende mucho, pero no dejes de disfrutar"

Crecí con sopa de letras... Crecimos:
Aunque ciertamente estamos todos
por el camino de nuestros sueños guajiros,
mi hermano se ha visto enseñando idiomas,
mi hermana enseñando música
y creo que es claro el sendero por el que voy yo.

La sopa de letras no ha salido fácil ni barata.
En su afán por impulsar el sueño de cada uno de los críos,
nos la han dado sin faltar su presencia,
en las muy altas y en las muy bajas.
Hasta el día de hoy no ha sido diferente.
Tienen toda una historia de vida y docencia
en escuela e iglesia, pero sobre todo en casa;
que va desde salir temprano a trabajar
fuera de la ciudad y con bebé en brazos,
hasta experimentar nido vacío.

Crecimos con sopa de letras y esas mismas son hoy día,
piedra de cimiento de nuestro proyecto de vida. 

Ahora que por medio de la palabra estoy recibiendo sanidad
y también la enfrento como motivo de lucha
en la guerra que he declarado en contra de mí misma, 
mamá y papá no han dado su brazo a torcer
y cuando a nosotros nos falta la fe, ellos la levantan
en su nombre y en el de nosotros.
Dicen -como Dios- la palabra, y nos infunden aliento.

Nos llevan en su corazón y en su costado
con aquello que de primera mano sabemos que implica 
y con aquello que solo ellos y Dios saben; 
mamá dice algunas veces que desde un principio
han ido guardando en su corazón
todas aquellas cosa que no entienden.

Como dignos maestros, aprenden enseñando
y en el camino de vivir con propósito,
en esta casa todas y todos seguimos aprendiendo;
procurando que, como dice papá, eso no nos impida
disfrutarnos el proceso, que es único.

Feliz día Maestra, Maestro.