14 enero 15

Hoy pasé por la platería que tanto me emboba y tenía tiempo
para curiosear antes de llegar al servicio de oración.
Cuando vi los anillos pensé en aquello de que debo amarme a mí misma,
de tener paciencia y estar en silencio. Decidí que era momento de
regalarme a mí misma un anillo. Habituarme a algo que me recuerde
estos procesos pero sobre todo, aquello que tiene qué ver con amarme.

Saberme completa y libre; saberme porque ya lo soy.
Taaaanto me ha costado en aquella isla caribeña comprenderlo. Encarnarlo.
 
--¿Te muestro algo?
--Aquel delgado me gusta pero... ¿Qué talla es?
(La pena que esa platería casi no tenga tallas grandes)
 
Me entró genial. Ahora llevo un anillo de "plata y 23 piedrecillas de marquesita"
según dijo la chica que me atendió.
Ocupo muchas técnicas recordatorias.
Este es uno de los más chulos post-it que me he permitido. 
Eso también lo vengo aprendiendo desde cuando en el Caribe.
Consentirme sin culpa. No vamos tan lento ni tan mal, belleza exótica.
 

•● Citando en Mayo 2016 ●•
 
»Escribir no es
transformar el ego
en sustancia, sino
diluirlo para que
no envenene.«

-Kenneth Moreno May
Colombia.
 
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