Hacía cuenta de algunos renombramientos peculiares que recibí
en momentos inesperados de la vida; algunos aquí y algunos en Puerto Rico:
Belleza exótica
Dulciperla blanca mexicana
Cabrona
Morena mía
Princesa de un cuento infinito
Maldita
Esos ojos... y Qué boca
Muñequita
Sexy Bitch...
Parecía ser un ejercicio necesario dados aquellos pasados días en los que
por diversos medios la vida me gritaba "estás olvidando quién tú eres"
Pobre vida gritando, con toda razón, porque es imposible compartirla
si consideramos que lo único que podemos ofrecer son miserias.
Nos malbratamos.
Aunque con el tiempo y buenos golpes la vida se ha encargado de
enseñarme mi propio valor desde ya hace bastantes años atrás,
hay experiencias que parecen propiciar la auto-devaluación según como
las procesamos. Así que cierro los ojos nuevamente y hago lista mental:
Belleza exótica
Dulciperla blanca mexicana
Cabrona
Morena mía
Princesa de un cuento infinito
Maldita
Esos ojos... y Qué boca
Muñequita
Sexy Bitch...
...con el respectivo "no es posible que las demás personas
te logren ver mejor de lo que tú te ves a ti misma.
Ninguna de esas palabras te las dijiste tú.
Ve por tanto ahora y díselas al rostro que te espera en el espejo"
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