31 marzo 08


31 marzo

Expuse en clase de Enfermería Pediátrica. Me sentí como pez en el agua,
ojalá así de fluido me resultara la práctica hospitalaria; ya sé que suena
a excusa horriblemente antigua el hecho de que me ponga nerviosa con
la profe que me toque; estando presente ella… se me entorpece la mente
y la lengua… ¡pero por Dios! Octavo semestre, ya va siendo hora de que
supere éste trauma; porque es psicológico. Tal vez necesite terapia. Ja, ja.

Vivir fuera de casa es difícil. Te das cuenta o te convences de cuánto bien
te son las redes de apoyo que se forman con la familia y los amigos.
Estando en SLP, el hospital era cansado y al llegar a casa prefería dormir
que comer… pero la comida estaba allí y aunque me despertara a las 6:00pm
después de caer rendida, allí seguía.

Acá no hay mamá que cocine o papá que me lleve al hospital por las mañanas.
Además, cómo comparas un guisado completo a una lata de atún, ja, ja
(claro que mamá me enseñó a cocinar muchas cosas, pero el tiempo corre y
aunque me gusta la cocina, éstos últimos días ¿a qué hora?)… aprender cuesta,
pero se logra el equilibrio; o qué, ¿lamentarse, regresarse, darse por vencido
o acostumbrarse? De ningún modo.

Una de las razones para aceptar éste reto del intercambio académico es muy personal:
quiero probarme a mí misma que puedo irme sosteniendo sobre mis pies.
Examinar si los valores que aprendí en casa para vivir como alguien digno
los puedo aplicar fuera del nido original… y saber que estoy lista para dar un paso más.

Lograré el equilibrio con ayuda de Dios; y la lata de atún o el sándwich quedarán
atrás o al menos tendrán un aspecto más decente, ¡eso me propongo!



•● Citando en Mayo 2016 ●•
 
»Escribir no es
transformar el ego
en sustancia, sino
diluirlo para que
no envenene.«

-Kenneth Moreno May
Colombia.
 
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