11 febrero
¡Qué pues con ésta ciudad! Hoy estábamos en la práctica hospitalaria cuando
de repente a las 10:30am se siente el estremecimiento de nuevo. Un temblor
que nos trastorna el asunto. Nos evacuaron del edificio. Yo estaba en el cuarto piso.
Allí arriba se siente como estar en la torre del jenga. ¡Qué loco!
En la casa nos sorprendió otro como a las 3:10pm. Rectoría y Protección civil
suspendieron las clases de hoy por seguridad. Veremos qué pasa.
Dice la maestra que hace 5 años que no temblaba así; qué suerte la nuestra ¿mmh?
Antes del temblor de las 3:10 Paulina y Raquel vinieron a la casa a ver cómo estábamos;
qué bellas niñas. Pau dice que pronosticaban un temblor para después de las 4pm.
Espero que haya sido éste que se adelantó. En la calle los camiones bomberos ya
están listos. Todos se preparan por lo que pueda suceder.
9:00pm. ¡Otro temblor! Se nos fue la electricidad y andábamos a oscuras.
Los pastores vinieron a la casa a ver cómo estábamos, hicieron una oración
con nosotras y nos han ofrecido alojamiento si se requiere; andan buscando
a más de sus feligreses que viven solas. Qué bello. Y es que hay qué buscar
a las ovejitas para cerciorarse que están bien o ver si están asustadas.
Todo esto es nuevo para mí; estoy ocupando hacer cosas que nunca había
pensado que necesitaría. Ya tengo hecha una bolsa con documentos, credenciales
y otras cosas esenciales. Me asustó más estar haciéndola que el temblor en sí.
Se sigue sintiendo de repente un estremecimiento leve de repente; no sé si
se están presentando los mini-temblores o estoy ciscada.
Si me preguntan, no tengo nada de miedo; pero aquí entre nos,
el corazón de pollo que hay dentro de mí de repente se acelera.
Las ambulancias no han dejado de sonar desde la tarde.
Qué más cosas tenemos para más adelante, no lo sé; creo que Dios tiene los detalles
y estamos consecuentemente seguras con Él.
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