25 marzo 08

25 marzo

Éste día fue menos cansado en el hospital. Claro, además de que
una se calla y deja de ser ingrata cuando compara sus 4 o 5 horas
de fatiga hospitalaria con las horas corridas que día a día las mamás
de mis pacientitos han pasado velando a sus bebés… rogándoles
para que acepten bocado de la dieta que les dan en el hospital,
viéndolos sufrir por el mal necesario que supone someterse a los
procedimientos de rutina y sobre todo, pensar en la familia que
se queda en casa y las preguntas que les rondan la cabecita:
“¿cuándo se mejorará?, ¿me lo podré llevar pronto a casa?,
¿cuándo lo darán de alta?.

29 marzo
Quesque hoy tembló, tu. Yo no me di cuenta.
Mi felino sensor me anda fallando ¡meow! (ta weno, “¡miau!” es que
no puedo evitar la influencia de los gabachos, recuerda que acá es frontera).

En fin, que tembló, y de no haberme dicho una amiga el reporte de
protección civil, ni por enterada. Lucy tampoco lo percibió.
No sé entonces si a eso se debía el calor de estos últimos días, pero
qué onda, ya de repente andaba con un calorón, y ya sé que no se compara
con el verano de Mexicali, pero recuerda que mi ambiente es
preferentemente frío, nublado, no es que sea depresiva, es que me resulta
más cómodo abrigarme que andarme abanicando con lo que sea que tenga
cerca y además el calor me “apasguata” de volada, ¡no inventes!

Hoy se celebraron las bodas de plata de Raquel y Gustavo… y andaba
yo de fotógrafa oficial, ja ja, me encanta la fotografía y pues me di vuelo
cuando me solicitaron eso. Qué bello. Mis papás cumplirán 23 años
de matrimonio el próximo 1 de abril. Casi, casi, yo espero que lleguemos
al día de las bodas de plata y por supuesto ¡¡a más años!!

Yo creo que dentro de la promesa de Dios, ellos llegarán a una vida larga:
“honra a tu padre y a tu madre para que seas de larga vida sobre ésta Tierra”
y si yo he aprendido a honrar, lo he aprendido del ejemplo de mis papás,
como muchas otras cosas que he aprendido de ellos.

Después de la celebración le seguí con Raquel, Ana, Noel y Lucy.
Nos fuimos a las instalaciones de la Comunidad Cristiana CEDES a
escuchar a Eddie Woolse en concierto por el aniversario de la congregación.
Fue muy productivo, y escuché de nuevo una canción que hace años no escuchaba
“cuánto daría por amarte, Dios, como me amas a mí” es el mensaje de la canción.

¡Buenas noches!





•● Citando en Mayo 2016 ●•
 
»Escribir no es
transformar el ego
en sustancia, sino
diluirlo para que
no envenene.«

-Kenneth Moreno May
Colombia.
 
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