Detente, Dama Luna
Hazte llover las noches y déjalas evaporarse.
No hay pena inmortal,
no hay vergüenza que perdure.
Cierra los ojos, que la luz es demasiada
y no permitas, dama mía, quemaduras en tu piel.
Siente la arena de los astros,
suave arena de los astros que vigilan tu camino.
En tu rostro el polvo estrella de quien vela sobre ti.
Embriágate del océano
con el que sueles danzar por las noches,
embriágate y ama tu reflejo hermoso en ese espejo.
Pausa tu mente,
duerme el ojo de tu frente, respira...
y vuelve a respirar.
Detente, Dama Luna
Descansa, por favor descansa,
Dama Luna mía.
07.09.15
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