13 Te temo

 




No te tengo, y tu voz 
endulza la fantasía 
que en realidad 
solo esconde la sal 
de la que está hecha 
la realidad.
 
Cuando el sabor a sal, 
intenso, excesivo, 
me invade la lengua, 
entonces te detesto... 

Y me detesto 
mucho más a mí.
 
La náusea salada 
eventualmente se irá. 
El dolor fenecerá 
y poco a poco 
en mi corazón, 
en mi voluntad, 
volverás a valer la pena.

Al darme cuenta de ello
entonces, te temo.
 
Te temo.
Mucho.


10.04.15

•● Citando en Mayo 2016 ●•
 
»Escribir no es
transformar el ego
en sustancia, sino
diluirlo para que
no envenene.«

-Kenneth Moreno May
Colombia.
 
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