Hay algunos detalles que guardo como ardilla (o que cuido si es que ya los uso).
Cristalería para la cocina, mantas, un par de llaveros de ave...
incluso una caja secreta, cuya primer pieza de colección fue adquirida
cuando estaba en la secundaria.
Espero que la nevera, el horno, la tetera, el calentador, muebles y chuches similares
(o no tan chuches, como el carro) lleguen con vida funcional.
Y no porque sea bien descuidada (aunque has de saber que distraída sí soy, alguito),
sino porque no sé qué tiempo nos aguarda antes de, tú sabes...
...A veces me temo que ya te conocí, que nuestro tiempo se propició,
y que lo eché a perder. Que ya tuve mi tiempo contigo, haya sido un instante
o una historia y que eso fue todo, por la influencia de las circunstancias
y nuestras decisiones.
Estoy guardando mis lutos, te lo he dicho. Estoy atendiendo mis historias
y sus consecuencias y puede ser una de dos (o hasta más):
o tú andas igual, atendiendo lutos, tu salud y tus lutos y esto es necesario...
o de verdad ya sólo te escribo para distraerme.
Oh, Mira... 11:11.
Deseo que sea la primer opción.
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