Buena esa tuya la de ausentarte un invierno más. No volveré a pedir señales porque todas se han cumplido y no te veo fuera del papel. Te he llamado desde el alma y han tocado a mi puerta.
Dueles en esa personas que no eres.
Quemas en esas manos que no se abren y en esos ojos en los que no me reflejo.
Buena esa tuya, caramba; no vuelvo, no vuelvo...
...y quizá volverá a suceder.
Siempre regreso.
Te he soñado y siempre volverá a valer la pena. Volveré a soñar. Entre tanto, creeré por disciplina, que en serio existes y estás por llegar.
Y en mi humanidad, la misma que espero que amarás a pesar de todo, la que sé que entenderás, espero que te esté doliendo igual.
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