Dicen que puede ser todo un "macho" 
y puedes quererlo porque es macho
para dirigir y para entregar.

Dicen que a uno con el corazón duro y suavecito,
por más típico hombre que parezca en estereotipo,
te le puedes someter con todo gusto sin decir "no"
a tu feminismo con ello  (porque en realidad él
también tiene algo de feminista para abogar
por lo que le gusta tanto de ti).

Dicen que no existe opresión porque tú entregas
voluntariamente el corazón, convencida y tranquila.
 

Dicen que puedes ser lo más independiente
que quieras ser y al mismo tiempo desear prepararle
una ducha caliente, una comida y un regalo.

Dicen que uno no va peleado con lo otro.

Dicen que así, sí da gusto darle la razón,
obedecer, seguir... Seguirle.

Dicen que eso se llama amor.