Ted:  ¿Te he dicho mucho últimamente que te tardas? Te pido una disculpa. Creo que soy yo quien se tarda y no es el momento de que llegues a mi vida. ¿Sabes? Estoy en un momento en el que no me amo mucho, no porque desprecie la fascinante capacidad creadora de papá Dios, no, no, no; él me ha creado funcional, tengo dos piernas y dos brazos; mis ojos, con ayuda pero pueden ver; mi capacidad cerebral es aceptable, je, hablo, escucho, siento, pienso y para lo básico soy autónoma. Pero me he desfigurado y eso ha traído consecuencias que merman mi actual estado. Si estuvieras ya aquí, conmigo, probablemente estaríamos teniendo problemas   porque creería que tus palabras las dices por ser cortés o por lástima. En fin, es todo un show, ¿verdad?  Lo sé, amor, lo sé y no te culparía querer salir corriendo. Te perdería aún siendo tú el amor de mi vida porque creo firmemente que con nuestras acciones somos capaces de echar a perder muchas bendiciones que Dios tenía para nosotros y tú eres una bendición que no me quiero perder. Recuperarme y reestablecerme me está costando tanto... de corazón espero que estés orando por mí, porque estoy batallando bastante. Así que si lo vemos desde este cristal, yo soy la que se está tardando, tal vez tú seas el justamente desesperado, porque con todo y todo,  mi esperanza es que el Señor me está constituyendo en el apoyo, la ayuda idónea que necesitas. No sé qué él esté haciendo contigo también. Ánimo corazón, pronto estaremos juntos. Él me está preparando para enamorarme de ti y amarte a pesar de todo. Estoy orando por ti; no dejes de amar al Señor, no desistas de servirle y darle lo mejor de ti siempre. Recibe mi cariño dondequiera que estés. Cuídate por favor; sé que papá Dios tiene el poder suficiente para constituir a esta person en la mujer que siempre soñaste. Yo también te espero. Besos. Lis.*