Te he conjurado por tanto tiempo...
He encontrado papeles de cuando algunos
de esos conjuros los hice por escrito.

Aun recuerdo aquella vez que mientras tenía un sueño húmedo, 

vino a mi mente un hombre que ni conocía y pude ver su rostro,
tu rostro, supongo.

Recuerdo que no me reconocía a mí misma pero sabía que era yo...
el hombre tenía piel morena, una pequeña barba apenas marcada.
Recuerdo su mirada oscura pero casi almendra y su beso,
que era principalmente con el dirigía la situación; el beso y el abrazo.

Un hombre que no conocía y en el sueño hacíamos el amor
(vé tú a saber de qué manera si yo estaba tan puberta que
desconocía todo sobre aquello) recuerdo sin embargo que era
sumamente romántico y sutil, inmerso en un abrazo que no terminaba.

Antes de saber lo que era masturbarse...
Y te lo aseguro, tuve una sacudida debido a una especie de orgasmo,
estando ya medio despierta. 

Desperté asombrada de la exactitud con la que recordaba su rostro
aunque con el tiempo los demás detalles no los recuerdo ya.  

Allí supe que existías y que eras localizable.

Aunque aún no sé cuándo ni dónde.

Dame una señal. Dándote cuenta o no, porque yo no sé cómo diantre
lanzarte esas señales también, pero estoy segura, por mis conjuros,
que es posible que me estés escuchando. Ven.