
Es difícil
ángel guardián
acabar con lo que
nunca empezó,
perder aquello
que yo me busqué.
Los besos que aborto,
las caricias que se me
despellejan en las manos.
Es difícil respirar el frío,
y regalarle a cambio
mi calor en un suspiro
a la nada,
por nada,
para nada.
|