Tejí tantos motivos para no estar contigo
pero me he descubierto en mi propia mentira
y entre cada una de esas puntadas
que no eran sino sobreprotección.
Límites de un observador de aves,
de un atrapa-meduzas, no sé...
Quizá sea mi desvarío nocturno,
quizá son cosas que no debería decir,
pero eso sale de mi corazón ahora mismo:
Te quiero con la fuerza de mi vocación
y con la debilidad de mi voluntad
apenas te me acercas.
|
|
 |
|