Escurre el cielo, mi vida,
todas las palabras que no puedo
que no debo decirte yo.
Porque tengo miedo
que no quieras recibirlas.
De quedarme
con la mano extendida,
llena de esperanzas y sin que
quieras tomarlas tú.
Pero escurre, mi vida,
escurre el cielo las palabras
-mis palabras-
tratando de acariciar
al menos tu ventana callada.
Mojando el cristal que no abres,
las murallas firmes que te guardan.
Escurre el cielo
para decirte que me gusta el mundo
sabiendo que existes en él.
Y entre tanto vibra la vida
entre mi lluvia y tu tierra,
entre mi voz y tu piel.
29.10.15
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