Será en verdad que no podemos perder el glamour
un rato para darle un respiro a la existencia?
En todo caso, qué vamos a considerar glamour
y qué valor le daremos?
Podría echar mano de la rebeldía y la astucia como
parte del kit de maquillaje, las prendas o el traje?
Necesito perder algunos modales.
Necesito echar por la ventana un poco
-o un mucho- de etiqueta.
Ya no puedo gritarle a mi desnudez que es indigna
o a mi carcajada, que es impropia.
No quiero tener un millón de amigos.
Ocupo sólo unas contadas plantas silvestres
(como yo) que se alimenten ellas mismas del rocío matutino
y la poca o mucha luz que les suela llegar.
Colegas, cómplices, que quieran andar el camino
sin zapatos, sin etiqueta y con mucha, mucha osadía.
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