¿Y qué de mí?
No te fijes de mí
que te amo completa.
Tú tan presente, desnudo
y yo vestida de anhelos.
No te fijes,
no te fíes de mí,
que te amo devota
y de los creyentes
nunca hay qué confiarse:
De un momento a otro
todo es posible
todo vale la pena
todo es camino, destino
todo, incluso
y sobre todo, tú.
|