01 Rio Piedras




Río Piedras (Carta a Jan)
26 noviembre 2012

La mañana de las 8:00 am es la segunda mañana.
Por eso le madrugo al balcón. 
A las 6:00 am todavía
hay espacio de escuchar más pichones que automóviles. 
A esa hora la ciudad no se ha desperezado
y aún lleva puesto su camisón de niebla. 

Mira, Jan, ninguna librería está abierta todavía.
Todos los párpados de metal están cerrados
y un muchachillo con morral camina bostezando
rumbo a la escuela. 

Ya huele a té de flor de jamaica que traje
"contrabandeada" de México aquel verano que te conocí. 
Aquel verano que te besé y me fui.
Si te dijera que estoy preparando el desayuno,
sabrías que miento. Siempre hace falta algo en esta cocina,
además de ti.

Salgo a la calle a esta hora, en que puede ser Puerto Rico
o puede ser México, porque muy de mañana a todos
nos pega el sueño y el frío igual...
Quizá sea San Luis y esa niña potosina en camisón,
abrigo y botas pidiendo un emparedado, quizá sea yo. 

Dicen que pude haber elegido otro sitio -algunos casi me
adoptan incluso- pero necesitaba un espacio que pudiera
convertir en embajada mexicana durante el resto de la estancia.
A Río Piedras vine a dar porque para ella soy tan visible
y tan invisible como yo quiera y aún así me abraza. 

El té está haciendo efecto
y me voy acordando de los sueños de anoche.
Volví a vivir aquel día en que te dije "adiós",
pensando en "no volveré hasta el próximo año" y me estremecí.
Me estremece el peso de los días, la densidad del tiempo.
Sin embargo pasa el tiempo disimuladamente,
porque le gusta que lo miremos hacia atrás. 

La ciudad se ha quitado el camisón, pero yo me rehuso
a quitarme el mío. Y me gusta que ese capricho pueda cumplirse.
Por eso madrugo. 

Mira Jan, advierte y disfruta la caricia de la mañana. 
Siente, Jan, las ganas de la mañana; su apuración
por hacerte la primera caricia del día. 
Es mi apuro, son mis ansias.
Aquellas que te dedico a ti desde el verano,
hace ya cinco meses exactos cuando todo era incierto,
menos tus intenciones de entrar en mi vida.


Cada vez más cerca,
en todo sentido,

Manzanita.


•● Citando en Mayo 2016 ●•
 
»Escribir no es
transformar el ego
en sustancia, sino
diluirlo para que
no envenene.«

-Kenneth Moreno May
Colombia.
 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis