Si yo pudiera odiarte te odiaría
pero es más fuerte el recuerdo
de la vida que me diste
y brilla más la esperanza
del futuro que he encontrado.
Si yo pudiera odiarte te odiaría
Sería más simple, más sencillo bañarte de mi rabia
Pero encuentro más sentido en darte gracias
por el fuego en que me ardieron las espinas
y por gracia, por fortuna
son más grandes mis deseos de vivir.
Si pudiera odiarte, te odiaría;
si no supiera que eso no hace más que atarme a ti
mejor bendigo tu camino
y emprendo el mío, el preñado de ilusiones.
Te deseo felicidad y suerte
donde sea que estás ahora;
no en mis ojos, no en mi alma, mis anhelos;
en ellos brilla ahora y por fortuna
un nuevo, pleno sol.
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